La aeronave, un Boeing 737-800 de 18 años según el sitio web FligtRadar24, había partido de Guantánamo en Cuba y transportaba a personal de esa base militar en la isla y a sus familiares. Terminó cayendo en aguas poco profundas tras un aterrizaje forzoso durante una tormenta, al salirse de la pista de la base militar de Jacksonville, Florida.
Todos los pasajeros fueron evacuados y 21 personas fueron trasladadas a hospitales locales con heridas menores, según las autoridades.
Bruce Landsberg, vicepresidente de la Junta de Seguridad del Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, informó el domingo a la prensa que uno de los inversores de empuje de la aeronave no funcionó.
“El avión había estado en mantenimiento y el registro señaló que el inversor de empuje izquierdo no funcionaba”, dijo.
Además, el piloto solicitó un cambio de pista y aterrizó en una que, según la advertencia de control aéreo, tenía su longitud reducida por la presencia de material naval, agregó Landsberg.
“No sabemos qué pensaron o por qué hicieron esa elección, va a ser una de las cosas que tendremos que ver”, dijo.
La tormenta dificultó la recuperación del fuselaje. La marina ha enviado buzos para tratar de encontrar mascotas varadas y se han instalado presas para evitar que el queroseno se propague al río.