Viajar al extranjero en vacaciones puede ser una experiencia inolvidable, siempre y cuando se tomen las precauciones necesarias.
Vacunarse de acuerdo al destino que la persona se dirija, realizarse un completo chequeo médico y dental y llevar un botiquín con implementos y remedios son aspectos que la mayoría de las personas no considera y que pueden marcar la diferencia para hacer el viaje más seguro.
La prevención se ha tornado más relevante este año debido al brote de virus Zika, transmitido por el mosquito Aedes aegypty y Aedes albopictus, que ha generado alerta en países tropicales como Brasil, Colombia, Venezuela y Centroamérica.
Los especialistas han llamado a las mujeres embarazadas a no viajar a estos destinos o tomar precauciones adicionales para evitar picadura de mosquitos, ya que existe el peligro de que los niños al nacer desarrollen microcefalia –patología que tiene como consecuencia la disminución de la circunferencia de la cabeza, dando como resultado complicaciones neurológicas severas o incluso mortales– además del síndrome de Guillain Barré, en el cual el sistema inmunitario de la persona ataca al sistema nervioso periférico. En este último caso, los músculos del cuerpo no respondan correctamente y la persona es incapaz de sentir dolor, calor y otras sensaciones.
CONSULTAR AL INFECTÓLOGO
Marcelo Wolff, infectólogo de la Clínica Santa María, recomienda consultar con un infectólogo para evaluar qué vacunas son necesarias aplicar de acuerdo al destino escogido y conocer todas las recomendaciones para reducir el riesgo de infecciones y picaduras de mosquitos.
“Por ejemplo, para la malaria, las infecciones Zika y el dengue no se cuenta con una vacuna para prevenirlas, por lo que sólo se pueden evitar con medidas como el uso de repelente especial (no cualquiera sirve) y de ropa que proteja la piel. Sin embargo, existen muchas otras enfermedades graves que sí se pueden prevenir mediante la vacunación”, destaca el especialista.
Dado que muchas personas están actualmente escogiendo destinos exóticos como el Sudeste Asiático o el Caribe para sus vacaciones, es importante que se informen sobre las enfermedades que pueden contraer en esos lugares, ya que ciertas vacunas como la de fiebre amarilla no sólo son recomendadas, sino que en algunos casos también obligatorias.
“Lo ideal es recibirlas por lo menos 15 días antes del viaje, pero mientras más tiempo antes es mejor –algunas requieren más de una dosis– ya que se asegura una mejor respuesta inmunológica. Todas las vacunas son indicadas por el médico y deben ser individualizadas para cada paciente verificando que éste no tenga contraindicaciones para ellas”, explica.
preparar el botiquín adecuado
Además de la vacunación, el infectólogo entrega algunas recomendaciones generales para el viajero:
► Consultar con un especialista sobre las inmunizaciones requeridas según el destino.
► Llevar una cantidad adecuada de los medicamentos que se toman regularmente (considerar dosis para cualquier imprevisto).
► Llevar un listado que describa las enfermedades que se padecen, alergias a medicamentos y remedios que se están tomando.
► Preparar un botiquín que contenga: Desinfectante (alcohol o povidona), gasas, telas, tijeras, suero, cintas de afrontamiento para pequeños cortes y pinzas. También medicamentos de uso habitual como antiinflamatorios, analgésicos, paracetamol, antialérgicos y repelente.
► Evitar la exposición solar durante períodos prolongados y en horas no recomendables (entre 11 horas y cuatro de la tarde). Usar protector solar con factor de protección 50, anteojos de sol, gorro o sombrero.
► Para el calor y humedad, tomar líquidos ricos en sales minerales y usar ropa adecuada.
► Utilizar medidas de protección contra picaduras de insectos, especialmente de mosquitos que pueden transmitir enfermedades como el dengue.
► Consumir alimentos y bebidas seguros para evitar la diarrea del viajero.
AUTOR: Patricia Schüller G.
FUENTE: La Nación