El evento reunirá a prestigiosos investigadores y líderes académicos del mundo para discutir las muchas formas en que los datos y la analítica prometen transformar la prestación de salud.
En el evento, Rosalind Picard, profesora de Artes y Ciencias de los Medios del MIT Media Lab, expondrá sobre cómo la tecnología digital portable –o wearables del estilo smartwatches– puede ayudar a gente diagnosticada con autismo y ansiedad a manejar su estrés.
Por ejemplo, hoy existen dispositivos que pueden medir y comunicar la emoción de la persona al lograr sentir, reconocer y responder de manera inteligente a la emoción humana.
Una forma concreta de esto es medir las expresiones faciales. Así, se puede detectar si hay un incremento en la ansiedad y el estrés en el trabajo o en el hogar, lo que puede ayudar a entender algunas condiciones de salud que se pueden desarrollar como, por ejemplo, la depresión. También se pueden detectar signos vitales a través de los celulares, aun estando en el bolsillo de una persona, lo que es aplicable al autismo, ansiedad, sueño, memoria y salud mental.
Picard desarrolló un dispositivo –todavía en etapa beta– que se usa como un smartwatch que monitorea los impulsos eléctricos de la piel de un epiléptico. Así, al primer signo de que la persona va a tener un ataque, envía una alerta a sus cuidadores, quienes podrían acudir al afectado y salvar su vida.
“Imaginamos un futuro en el que ingenieros, doctores, economistas y tecnólogos trabajan juntos para mantener pacientes más sanos y por menos dinero. Me imagino los hospitales del futuro como un gran centro de Big Data. Ahí podríamos procesar la información médica obtenida y conocimiento, para apoyar a los profesionales médicos en la diagnosis, usando esos registros”, señala Juan Velásquez, profesor asociado del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, y jefe del proyecto Ingeniería 2030 de la Casa de Bello, quien también participará en la conferencia junto a un panel de expertos que explorará las formas específicas de usar tecnología y análisis de información de alta escala para mejorar la salud en Chile.
RECIÉN NACIDOS CON BAJO PESO
La promesa del Big Data es inmensa, pero también lo son sus peligros. Quedan muchas preguntas por responder: ¿Cómo se puede garantizar que los datos de los pacientes permanezcan confidenciales y seguros?, ¿cómo protegerse para que las aplicaciones no creen aún más disparidad, en vez de usarlo para construir un sistema de salud más equitativo para todos? Y ¿cómo deben los gobiernos enfrentar la gestión de los altos costos del envejecimiento de la población?Más de una docena de presentadores discutirán formas de desplegar información y estadísticas para impulsar la innovación en el sector de la salud. Joseph Doyle, profesor de Economía Aplicada en MIT Sloan, quien también es uno de los expositores, hablará sobre su investigación en la medición de ingresos de la inversión en salud.
Su estudio en mejorar el cuidado en recién nacidos con bajo peso ha sido replicado en muchos países, incluyendo Chile. “Mi investigación se centra en identificar valor y desperdicio para crear un sistema de salud de mayor calidad y más efectivo en sus costos. Mi meta es que la gente tenga un entendimiento más profundo de la correlación versus la causalidad y un respeto por la información y cómo usarla de forma inteligente”, dijo el experto.
“Estamos honrados de colaborar con MIT Sloan para este gran evento, respondiendo a nuestra misión de no sólo crear conocimiento y compartirlo con nuestros estudiantes, sino que también de entregar ese trabajo y esfuerzo para resolver las preguntas y problemas de nuestras sociedades, desde una universidad pública, para una ciudadanía pública, con respuestas públicas”, aseguró el prorrector de la Universidad de Chile, Rafael Epstein.