El ministro de Relaciones Exteriores escribió con Rojas el libro “Diálogo de Conversos”, donde el jefe de la diplomacia chilena describió al recinto como el museo de “la mala memoria”.
Mauricio Rojas, en tanto, lo definió como un “montaje”.
Este miércoles, en una actividad en el Centro Cultural Gabriela Mistral, Ampuero, salió a dar explicaciones, asegurando que “todo el país conoce a través de mis obras, a través de mis ensayos, de mis columnas, mi posición clara con respecto a lo que es condena de violaciones de Derechos Humanos, tanto de regímenes de izquierda como de derecha”.
“El Presidente de la República, Sebastián Piñera, estableció la posición de nuestro Gobierno con respecto a este tema y una vez que el Presidente habló, no tengo nada más que agregar”, agregó.
Indicó además que “este canciller está dedicado a las tareas que los chilenos esperan del canciller cumplir, y es la representación de los intereses de Chile en el mundo”.