Impacto ha provocado la noticia de que Ricardo Acuña (58), el ex tenista chileno radicado en Estados Unidos, sufre de alzheimer. La enfermedad le fue detectada hace algunas semanas y ha generado múltiples campañas de ayuda en las redes sociales.

La conmoción que ha provocado su patología es porque este mal irreversible se asocia a la vejez y es poco frecuente que se desarrolle en personas menores de 60 años.

El alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa del Sistema Nervioso Central que se considera la demencia más frecuente. Produce un deterioro progresivo de las funciones del cerebro, afectando las partes que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje.

Los pacientes ve mermada su capacidad de juicio, la toma de decisiones, la comprensión de una idea abstracta y la habilidad de expresarse.

DETERMINANTES GENÉTICAS

Pablo Salinas, neurólogo del Hospital San Borja Arriarán, dice a La Nación que a partir de los 60 años comienza a incrementarse la incidencia de la patología. Aunque no hay datos precisos se estima que los casos de alzheimer en personas menores de esa edad, están bajo el 5% de prevalencia.

Hasta ahora se sabe que existen “determinantes genéticas” que incidirían en la aparición precoz de la patología, pero no hay mucha claridad al respecto, añade el especialista.

La situación de la enfermedad se torna preocupante, porque de acuerdo a las proyecciones se estima que el 2025 en Chile habrá más adultos mayores de 60 años que niños.

Salinas hace hincapié en que el alzheimer, en este sentido, “es una enfermedad emergente”. Se están produciendo cambios generacionales, con un incremento de los adultos mayores. Y ello obliga a estar alerta a la presencia de los síntomas que delatan la patología.

FALLA DE LA MEMORIA

La existencia de antecedentes de familiares con trastornos cognitivos debe encender las alarmas, apunta el médico.

Un dato clave que no debe pasar inadvertido es cuando falla la memoria de corto plazo. “Si se olvida lo que se hizo en el día y este recuerdo no se recupera luego” debe generar preocupación.

Deben considerarse como importantes aquellos olvidos que generan impacto en la vida diaria tales como “dejar encendida la cocina, dejar corriendo la llave del agua, la pérdida de dinero”.

Ocurre muchas veces que los familiares de un adulto mayor le comienzan a cobrar la pensión, porque este ya no puede hacerlo y no caen en cuenta que podría estar sufriendo los síntomas del alzheimer.

En etapas más avanzadas, los olvidos o fallas de la memoria empiezan a interferir con las actividades diarias: se les puede olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse, ya no pueden pensar con claridad, fallan en su intento de reconocer personas y lugares conocidos y empiezan a tener problemas para hablar, entender, leer o escribir