Alemania concluyó este lunes que el líder opositor ruso Alexéi Navalni fue envenenado y exhortó a Rusia a llevar ante la justicia a los responsables, cuando el caso deriva cada vez más hacia un litigio diplomático entre Berlín y Moscú.
Frente a la negación de las autoridades rusas, la canciller Angela Merkel dijo que los resultados de los expertos anunciados poco antes por los médicos alemanes “apuntan hacia un envenenamiento”.
“Las autoridades en Rusia están llamadas de manera urgente a resolver este caso hasta el más mínimo detalle y con toda transparencia”, exhortó en un comunicado conjunto con su ministro de Relaciones Exteriores Heiko Maas.
Ambos piden que los responsables “sean llevados ante la justicia” para responder por sus actos.
Esta postura de una inusual firmeza para la canciller, acostumbrada a tomas de posición más moderadas, se produce poco después de que el hospital berlinés de la Charité donde Alexéi Navalni fue admitido el sábado declarara que había hallado “signos de envenenamiento” en el organismo del opositor al Kremlin.
¿Novichok?
“Los resultados clínicos indican intoxicación con una sustancia del grupo de los inhibidores de la colinesterasa”, destacó el hospital.
Esta enzima puede ser utilizada, en dosis bajas, contra la enfermedad de Alzheimer.
Pero en función de la dosis, puede ser muy peligrosa y producir igualmente potentes agentes neurotóxicos, del tipo del agente Novichok.
En marzo de 2018, el exagente doble ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia fueron envenenados en Reino Unido, según Londres, con este agente de concepción soviética.
El diario alemán FAZ señala en su edición que se publicará el martes que con el veredicto de los médicos alemanes “la agresión cometida contra Alexéi Navalni va a tener definitivamente un impacto en las relaciones entre Berlín y Moscú”.
Según los médicos alemanes, Navalni podría sufrir secuelas en el sistema nervioso a largo plazo.
Principal Opositor al Kremlin y autor de publicaciones sobre la corrupción de las élites rusas que son muy seguidas en las redes sociales, Alexéi Navalni, abogado de 44 años, fue trasladado el sábado de Siberia a Berlín.
Navalni “se encuentra en una unidad de cuidados intensivos y aún está en coma inducido”, señaló el hospital berlinés de la Charité, uno de los más reputados del mundo. “Su estado de salud es grave, pero actualmente no existe peligro” de muerte.
El opositor se halla en coma después de haberse sentido mal el jueves a bordo de un avión.
‘Envenenamiento intencional’
El entorno del activista mantiene que fue víctima de un “envenenamiento intencional”.
“Ahora, nuestras afirmaciones han sido confirmadas por los análisis de laboratorios independientes. El envenenamiento de Alexéi ya no es una hipótesis sino un hecho”, reaccionó en Twitter la portavoz del opositor, Kira Yarmish.
Navalni fue evacuado desde Siberia el sábado de mañana hacia Berlín en un jet privado fletado por una oenegé alemana, tras un día de intensa pulseada entre su familia y los médicos rusos, quienes señalaban en un principio que su condición era demasiado inestable para viajar, pero que finalmente autorizaron el traslado.
Los médicos rusos del hospital de Omsk, en Siberia, aseguraron este lunes que no recibieron “ninguna presión” exterior o injerencia oficial para negar la tesis del envenenamiento e impedir el traslado de Navalni a Alemania.
Anatoli Kalinishenko, director adjunto del hospital, indicó que, según dos laboratorios, en Omsk y Moscú, “ninguna sustancia que puede ser considerada como veneno (…) fue identificada”.
Varios allegados de Navalni sospechan que, con el retraso de la autorización de su traslado, se ganó tiempo para que la posible sustancia tóxica se disolviera y no pudiera ser detectada.
“Hay algunos ejemplos (de envenenamiento) en la historia reciente de Rusia, y el mundo se toma muy en serio esta sospecha”, declaró el lunes el portavoz de Angela Merkel, Steffen Seibert.
Navalni ya ha sido víctima de varios ataques físicos. En 2017, fue rociado con un producto antiséptico en los ojos a la salida de su oficina en Moscú.
Y en julio de 2019, cuando cumplía una corta condena en la cárcel, sufrió súbitamente una erupción cutánea en el torso y denunció que había sido envenenado. Las autoridades explicaron que había tenido “una reacción alérgica”.