El expiloto francés Alain Prost, cuatro veces campeón mundial y asesor especial de Renault, lanzó en una entrevista con la AFP un mensaje optimista sobre el futuro de la Fórmula 1, respondiendo a vaticinios catastrofistas o las dudas sobre el futuro de la competición reina del automovilismo.
“Sigue siendo un deporte fabuloso, una aventura humana fabulosa, un deporte mundial”, afirmó.
“Sigue habiendo gente que dice que la F1 está acabada. Tiene varios centenares de millones de espectadores cada año. Las audiencias han bajado un poco en Europa, pero aumentan en otras partes. Es un deporte global”, explicó.
Para Prost, el gran punto fuerte de la Fórmula 1 es su valor como escaparate tecnológico.
“Su auténtica oportunidad es la posibilidad de elegir una nueva tecnología, siguiendo el curso de los tiempos. ¿Por qué no en cinco o diez años ir hacia el hidrógeno? Es la herramienta perfecta en el automovilismo para promover una nueva tecnología y hacerla evolucionar de una manera increíblemente rápida”, explicó.
“Así que no me preocupo mucho, si conseguimos conservar el equilibrio entre el deportista, la tecnología y el aspecto humano”, dijo.
Prost también recordó cómo este deporte ha cambiado mucho desde la época en la que él corría. Sus títulos mundiales se produjeron en 1985, 1986, 1988 y 1993.
“En mi época, la gente lo veía todo. Cuando abandonábamos había una nube de humo, eventualmente llamas, sabíamos qué pasaba. Hoy los coches abandonan muy poco y no estamos siempre al corriente (de los motivos)”, subrayó.
“Hay una especialización increíble en cada aspecto del coche y la información la dan mucho más los ingenieros que los pilotos. No hay que quitar toda esta tecnología, sino quizás reducirla para que siga siendo un deporte de talla humana”, estimó.
“Sigue siendo un deporte fabuloso, una aventura humana fabulosa, un deporte mundial”, afirmó.
“Sigue habiendo gente que dice que la F1 está acabada. Tiene varios centenares de millones de espectadores cada año. Las audiencias han bajado un poco en Europa, pero aumentan en otras partes. Es un deporte global”, explicó.
Para Prost, el gran punto fuerte de la Fórmula 1 es su valor como escaparate tecnológico.
“Su auténtica oportunidad es la posibilidad de elegir una nueva tecnología, siguiendo el curso de los tiempos. ¿Por qué no en cinco o diez años ir hacia el hidrógeno? Es la herramienta perfecta en el automovilismo para promover una nueva tecnología y hacerla evolucionar de una manera increíblemente rápida”, explicó.
“Así que no me preocupo mucho, si conseguimos conservar el equilibrio entre el deportista, la tecnología y el aspecto humano”, dijo.
Prost también recordó cómo este deporte ha cambiado mucho desde la época en la que él corría. Sus títulos mundiales se produjeron en 1985, 1986, 1988 y 1993.
“En mi época, la gente lo veía todo. Cuando abandonábamos había una nube de humo, eventualmente llamas, sabíamos qué pasaba. Hoy los coches abandonan muy poco y no estamos siempre al corriente (de los motivos)”, subrayó.
“Hay una especialización increíble en cada aspecto del coche y la información la dan mucho más los ingenieros que los pilotos. No hay que quitar toda esta tecnología, sino quizás reducirla para que siga siendo un deporte de talla humana”, estimó.