Los aludes y las inundaciones son frecuentes en el inmenso archipiélago del sureste asiático, en particular en el periodo del monzón, entre octubre y abril.
La agencia de gestión de catástrofes declaró el lunes que 29 personas murieron y al menos 13 estaban desparecidas en la provincia de Bengkulu, en la isla de Sumatra, por las abundantes lluvias que caen desde hace días.
En la vecina provincia de Lampung, un deslizamiento de tierra mató a una familia de seis personas. En Yakarta las inundaciones dejaron al menos dos muertos.
En Bogor, localidad cercana a Yakarta, 14 pitones se escaparon de una propiedad privada por la subida de las aguas.
Seis de las serpientes, algunas de las cuales miden más de cuatro metros, fueron recuperadas pero ocho siguen libres.
En paralelo, miles de personas fueron evacuadas, 12.000 habitantes en la provincia de Bengkulu, y 2.000 en Yakarta.
Las autoridades explicaron que los efectos del mal tiempo se ven agravados en Sumatra por la extracción ilegal de carbón que fragiliza los suelos y favorece los aludes.
“Además de los factores naturales como las fuertes lluvias, (las inundaciones) fueron provocadas por la actividad humana que destruye el medio ambiente”, declaró Doni Monardo, al frente de la agencia de gestión de catástrofes.
Los defensores del medio ambiente advierten desde hace mucho tiempo que la deforestación provocada por las actividades mineras podría disparar una catástrofe.
En marzo decenas de personas murieron por el derrumbe de una mina ilegal en la isla de Célebes.
Indonesia tiene decenas de minas ilegales. El archipiélago de unas 17.000 islas es uno de los países más afectados por los desastres naturales. Los sismos y erupciones volcánicas son frecuentes.