“La primera explosión se produjo en el mercado y cuando los servicios de socorro se precipitaron al lugar para ayudar a los heridos, se produjo una segunda explosión” precisó Nasrullah Khan, un alto responsable, que informó a la agencia AFP que había como mínimo 24 heridos.
Los mercados de esta ciudad aislada, cerca de la frontera afgana, ya han sufrido dos grandes atentados este año, respectivamente con 22 y 24 muertos.
Los musulmanes chiitas, que representan aproximadamente el 20% de la población paquistaní, son considerados herejes por grupos armados paquistaníes de obediencia sunita.
Pocas horas antes de este doble atentado se produjo otro ataque que causó al menos 11 muertos ante una comisaría en la provincia de Baluchistán, más al sur. Este último ataque fue reivindicado a la vez por la organización yihadista Estado Islámico (EI) y una facción de los talibanes.
“La explosión apuntaba a una camioneta de la policía delante de las oficinas del inspector general”, dijo un jerarca policial, Mohamed Tariq.
Desde hace una década, los combates entre las fuerzas de seguridad con los separatistas y los islamistas causaron centenas de muertos entre los soldados y los insurgentes.
Baluchistán, en la frontera con Irán y Afganistán, es la región más grande de Pakistán.
Sus habitantes se quejan de estar marginados por el poder central, al que acusan de despojar la provincia de sus recursos minerales y energéticos.