Pablo Guerra Cepeda, presidente de la Asociación de Constructores Civiles UC.
Una serie de eventos violentos han venido ocurriendo en obras de la construcción, sin que nadie alce la voz al respecto. Nos referimos a contratistas de nuestras obras, principalmente enfierradores, quienes se apoderan de las grúas, destrozan sus cabinas y componentes electromecánicos, dejándolas fuera de operación. También hemos visto que incendian la placa de moldaje de losa y dañan, cortan las enfierraduras de los elementos ya preparados para hormigonar, incluso amedrentan a los profesionales a cargo de las obras.
Estas protestas, dicen los propios trabajadores, son por reclamos de sueldos por adelantado -que no corresponde-, o porque el subcontratista no les paga -lo que muchas veces no se ajusta a la realidad-, o incluso son solo para recibir un monto de dinero adicional a su remuneración pactada.
Los seguros que se contratan, dependiendo de su cobertura, no siempre cubren todos los daños producto de estos actos, normalmente solo cubren el daño material; pero no siempre los costos por los tiempos perdidos y los mayores costos por rehacer trabajos ya terminados.
Frente a estos hechos, se ha solicitado la intervención de Carabineros, pero ellos no siempre actúan como uno quisiera, que es deteniendo a los responsables, y en algunos casos no se involucran aduciendo que se trata de problemas laborales, a pesar de que estamos frente a actos que constituyen delitos, como provocar incendios, destrucción de maquinarias, amenazas a personas, etc.
Como Asociación de Constructores Civiles UC, nos preocupa que estas acciones ocurran en plena jornada laboral, sin mediar aviso de por medio, muchas veces negando la posibilidad al diálogo o incluso haciendo exigencias para deponer su accionar; actitud fuera de toda lógica dentro de una relación laboral.
Las autoridades tampoco parecen estar enteradas de estos actos vandálicos, pues hasta el momento no vemos que se tomen acciones contra los agresores, y lamentablemente se están haciendo cada vez más frecuentes. Incluso, cuando se han dejado constancias en la Dirección del Trabajo, los inspectores han llegado a la obra a fiscalizar a la empresa, no a los trabajadores que amenazan.
El sector de la construcción ha logrado mantenerse pese a la pandemia y a la fuerte caída de la mano de obra, producto también del Covid 19. Y ciertamente, estos mal llamados trabajadores, no desean ser un aporte en un rubro que genera miles de empleos. Confiamos que el accionar de unos pocos, no empañe el trabajo de miles de trabajadores de la construcción, que día a día aportan al desarrollo del país.
Solicitamos a las autoridades pertinentes tomar cartas en el asunto y a nuestros trabajadores, buscar soluciones conversando antes que dañar las obras que ellos mismos y sus compañeros levantan con esfuerzo cada día.
Como Asociación de Constructores Civiles UC, estamos disponibles para participar en las instancias necesarias en la búsqueda de mecanismos que nos permitan trabajar en condiciones seguras y normales, y que estos hechos no se repitan.
Pablo Guerra Cepeda, presidente de la Asociación de Constructores Civiles UC.