Si durante tu vida laboral te has informado sobre el sistema previsional, lo más probable es que hayas oído hablar de las distintas modalidades de pensión, parte fundamental de las jubilaciones en nuestro país.
Las modalidades son distintas opciones para gestionar nuestras pensiones, las cuales determinarán la forma de pago, el monto de las jubilaciones, el tiempo que durarán estas mensualidades, entre otras características.
De acuerdo con el Decreto Ley 3.500 existen cuatro modalidades, en donde las dos principales son el retiro programado a cargo de una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP), y la renta vitalicia gestionada por las compañías de seguros.
Si has escuchado hablar de la renta vitalicia puede que ya tengas una opinión al respecto, sin embargo, a continuación, te presentamos siete datos que te servirán para reconsiderar tu percepción de esta modalidad.
Las pensiones son estables e invariables
La renta vitalicia tiene la ventaja de ser un tipo de pensión estable para sus afiliados, sin cambios a lo largo del tiempo.
Una vez que hayas llegado a un acuerdo con tu compañía de seguros, recibirás la misma pensión y el mismo monto durante toda tu vida.
No depende del saldo de una cuenta
En relación con el punto anterior, tienes que considerar que la renta vitalicia no está sujeta completamente al saldo de tu cuenta de capitalización individual.
En el caso del retiro programado, el valor de tu pensión se va recalculando anualmente en torno a diversos factores, donde el monto restante de tu cuenta es lo que más incide en este reajuste.
Como la cantidad de dinero ahorrado va disminuyendo, las pensiones también disminuirán, llegando eventualmente a un punto en donde se agotan.
En cambio, con la renta vitalicia esto no pasa. Los fondos ahorrados determinan (en parte) el monto que se pagará mensualmente, sin embargo, después de llegar a un acuerdo con la aseguradora, tu pensión no cambiará, por lo que no corres el riesgo de quedarte sin dinero.
La renta vitalicia se expresa en UF
Los montos de las pensiones en renta vitalicia se expresan y se otorgan en Unidades de Fomento (UF). La UF es una unidad que se reajuste según la inflación experimentada, por lo que no pierde su valor adquisitivo.
Al considerar esto, las rentas vitalicias tampoco pierden su valor, es decir, si te adhieres a esta modalidad de pensión, estarás a salvo de los vaivenes del mercado, teniendo una pensión estable y resiliente frente a un mal contexto económico o una crisis inflacionaria.
Según la opinión de los expertos, la renta vitalicia es una alternativa segura y con la que sus afiliados no son vulnerables a riesgos financieros, permitiéndoles vivir tranquilos por el resto de sus vidas.
Se garantiza el riesgo de longevidad del afiliado
Otra de los beneficios que te puede ofrecer esta modalidad es que las compañías de seguro cubren los períodos de longevidad o “sobrevida” de sus afiliados.
Si contratas una renta vitalicia, la compañía de seguros estimará tu esperanza de vida, lo cual variará según tus características personales e influirá en el monto de la pensión que se determine.
Sin embargo, si sobrepasas esa expectativa de vida estimada, no dejarás de recibir la renta, esta continuará por el resto de tu vida.
Gracias a esta característica, la renta vitalicia representa una gran alternativa si es que tienes una esperanza de vida alta, buen historial de salud y un estilo de vida saludable.
Si estás en la modalidad de retiro programado puedes cambiarte a renta vitalicia
Las personas afiliadas al retiro programado tienen la oportunidad de cambiarse de modalidad, donde podrán transferir los fondos de la AFP a una compañía de seguros y obtener una renta vitalicia.
Sin embargo, tienes que recordar que los contratos con las aseguradoras son irrevocables, por lo que si te cambias de modalidad a una renta vitalicia no podrás volver atrás. Debes evaluar la mejor opción para que no te arrepientas posteriormente.
Requisitos mínimos
Si estás interesado en contratar una renta vitalicia, tienes que considerar requerimientos mínimos legales para poder optar por esta modalidad.
Las instituciones por ley fijan una pensión mínima 3 UF para poder contratar una renta vitalicia, lo que supone una barrera para algunas personas, ya que sus fondos no son suficientes para contratar esta modalidad.
No hay derecho a herencia
Una de las mayores desventajas de la renta vitalicia es que no genera herencia. El retiro programado, en cambio, en caso de no existir más pensiones de sobrevivencia a pagar, generará una herencia para los herederos legales.
Este atributo puede generar opiniones negativas sobre la renta vitalicia, ocasionando que muchas personas se replanteen la idea de contratar este servicio, debido a que la herencia es un tema fundamental para ellos.
Sin embargo, los contratos de esta modalidad ofrecen una cláusula llamada “Período Garantizado de Pago”, la cual permite a los afiliados nombrar libremente a los beneficiarios designados, quienes podrán recibir las pensiones restantes del período garantizado, en caso de que no existan más pensiones de sobrevivencia por pagar.
Esperamos que estos datos te hayan servido para formar tu opinión respecto a esta modalidad de pensión. Recuerda que tanto la renta vitalicia como el retiro programado pueden ser excelentes opciones dependiendo de cada caso.