Un informe del Ministerio del Medio Ambiente, que midió los impactos de la contaminación del aire en la salud de las personas, concluyó que 3.494 personas murieron de forma prematura en 2017 por enfermedades cardiopulmonares asociadas a la exposición crónica de material particulado fino (MP 2,5), considerado el más riesgoso para las personas.
Según el estudio, publicado este lunes por El Mercurio, esta cifra incluso está subvalorada, ya que no considera otros contaminantes ni la incidencia de la calidad del aire en otros problemas de la salud.
“La contaminación produce un fenómeno inflamatorio de la vía aérea, y al generar eso favorece que disminuyan los mecanismos de defensa y es más fácil que puedan ingresar los virus”, aseguró María Teresa Parada, neumóloga y jefa del centro respiratorio y cirugía del tórax de la Clínica Las Condes.
Agrega que las enfermedades que más se relacionan con la polución son la descompensación de los cuadros de obstrucción bronquial, como asma y fibrosis quística, pero que las enfermedades cardiovasculares también empeoran. “Cuando hay una alta contaminación está visto que aumentan las muertes por cuadros coronarios, porque también se inflaman las arterias”, dijo la facultativa.
LOS COSTOS DE LA CONTAMINACIÓN
A las más de tres mil muertes prematuras, se suman más de 90 mil atenciones de urgencia y miles de admisiones hospitalarias por problemas asociados a la exposición a niveles críticos de la calidad del aire por largos períodos, solo durante 2017.Todo eso se traduce, afirman, en un costo social de más de US$ 2.400 millones para el Estado.
En total, son más de 9 millones de habitantes los que respiran un nivel de aire crítico que supera la norma anual internacional de 20 microgramos por metro cúbico de material particulado fino, según el estudio.
Las mayores emisiones se registran en las regiones del Biobío y Los Lagos, con alrededor de 25 mil toneladas cada una. Les siguen La Araucanía, Los Ríos, Maule y la región Metropolitana.
Marcelo Fernández, jefe de División de Calidad del Aire del Ministerio del Medio Ambiente, aseguró que “este estudio muestra la situación de hoy, pero también es importante, por ejemplo, en el caso de Santiago: cuando se mira el panorama global desde los 90 a la fecha, vemos que hemos logrado reducir en un 70% las partículas finas”.