El expresidente de Bolivia Evo Morales pidió este martes que se respete la Constitución del país después de que cientos de manifestantes pidiesen ante un cuartel del Ejército que “una junta militar” asuma el poder, días después de que el delfín del exmandatario, Luis Arce, ganase las presidenciales en primera vuelta.
“La Constitución es muy clara sobre el rol de las Fuerzas Armadas y de la Policía Boliviana; nosotros, como lo hicimos siempre, respetaremos su institucionalidad”, escribió Morales en Twitter.
“Todas y todos debemos actuar con tranquilidad y en el marco constitucional“, remató.
Cientos de manifestantes marcharon el lunes hasta el cuartel de la Octava División de Ejército en la ciudad oriental de Santa Cruz, donde pidieron a gritos “auxilio militar” para evitar que el Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales vuelva al poder.
“No quiero un país comunista”, decía una pancarta, según el diario El Deber de Santa Cruz, la región más rica de Bolivia, 900 km al este de La Paz.
“Yo apoyo la transición constitucional del poder a una junta militar para evitar que se consume un segundo fraude electoral”, decía otro cartel.
Sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral, así como la presidenta interina derechista, Jeanine Áñez, y cuatro misiones de observadores internacionales destacaron que los comicios del 18 de octubre fueron limpios y pacíficos, y que es legítimo el triunfo de Arce, con el 55,11% de los votos.
Uno de los manifestantes declaró al diario que exigían “un gobierno militar de transición hasta que se pueda realizar una elección sin fraudes”.
Ni las Fuerzas Armadas ni el gobierno se han pronunciado sobre los llamados de los manifestantes, un tema ultrasensible en una nación que vivió cuartelazos y dictaduras militares antes de 1982.
La semana pasada también hubo otras manifestaciones en Santa Cruz, bastión electoral de la derecha boliviana, y en Cochabamba (centro) para denunciar un supuesto fraude electoral.
En los comicios, el líder cívico derechista de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quedó en tercer lugar con 14%, por debajo del centrista Carlos Mesa, que obtuvo 28,83%, según el conteo final.
Tras las elecciones de octubre de 2019, en la que un cuestionado conteo otorgaba a Morales un cuarto mandato, hubo protestas para denunciar un fraude que condujeron a su renuncia tres semanas después. Estos comicios fueron anulados.
La última dictadura militar boliviana la encabezó el general Luis García Meza (de julio 1980 a agosto 1981), con un saldo de una treintena de asesinatos confirmados y un centenar de desapariciones. En 1993 fue condenado a 30 años de prisión, de los cuales cumplió 24. Murió en 2018.