La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recibió denuncias de que un memorial en Chile donde funcionó un centro de tortura y extermino durante la dictadura, que fue declarado monumento histórico, se ve amenazado por maquinaria pesada que opera en el lugar, dijo este viernes el organismo con sede en Washington.
“La CIDH recibió denuncias que desde el 8Dic operan maquinarias pesadas en la localidad del Sitio de Memoria Escuela de Torturas y Centro de Exterminio ex Cabañas de Santo Domingo, afectando la integridad de tal sitio de memoria”, indicó este ente autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Twitter.
La CIDH alertó además que estas operaciones pueden afectar “pruebas útiles” en las causas por violaciones a los derechos humanos.
El lugar ubicado en la costa de Santo Domingo fue declarado Monumento Histórico por el gobierno de Chile.
El centro, que había sido un balneario para trabajadores durante el gobierno de Salvador Allende (1970-1973), fue utilizado como un sitio de detención clandestino, aprovechando las cabañas de veraneo, tras el golpe militar encabezado por Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.
La CIDH instó a Chile a “adoptar las medidas de protección correspondientes, asegurando la preservación del Sitio de Memoria, así como de posibles evidencias judiciales”.
Ana Becerra, de 64 años, estuvo detenida en este sitio en 1975. La mujer explicó a la AFP que unas máquinas excavadoras entraron al lugar y trasladaron arena. “Mientras ellos estuvieron sacando arenas se desmoronó una buena parte de nuestro sitio”, denunció.
Becerra testificó ante la Comisión Valech, donde dijo que durante los 45 días que duró su detención estuvo amarrada y vendada y sólo le dieron de comer una vez. Cumplió 19 años en el lugar. “Fue lo más horrible que viví en mi vida”, resumió.
La superviviente indicó que este “no es el primer atropello” que sufre este sitio e indicó que anteriormente se talaron unos árboles que son referencias en una investigación para buscar a personas desaparecidas. Según el informe oficial del gobierno de Chile, durante los 17 años de dictadura hubo 3.200 víctimas entre muertos y desaparecidos.